
En el lejano oriente, las escrituras védicas delinean una visión alternativa con la cual se puede comprender que el Universo, sólo en parte, es mensurable, y que en el mismo, entidades individuales conscientes, incluyendo una entidad dotada de conciencia suprema, tienen existencia. De acuerdo con el milenario Bhagavad-Gita, se pueden describir los orígenes del cosmos a través del término "emanacionismo", el cual incluye el concepto de que la materia no surge súbitamente de la nada.
A pesar de que la materia es una de las energías de Krishna, dotada con los elementos necesarios para su crecimiento y desenvol- vimiento, es la implantación del "atma" (alma) lo que provee energía y da inicio al crecimiento y el desenvolvimiento. Bajo la supervisión de Krishna, esta energía genera universos que atraviesan por ciclos predeterminados de creación, manutención y destrucción.
Según los Vedas, esos períodos de manifestación e inmanifestación duran aproximadamente cuatro billones de años. En el Bhagavad-Gita, el Propio Krishna explica "La substancia material total, llamada Brahma, es la fuente del nacimiento, y es a este Brahma a quién Yo fecundo, posibilitando el nacimiento de todos los seres vivos. Debe entenderse que todas las especies de vida, ¡oh, hijo de Kunti!, aparecen mediante su nacimiento en esta naturaleza material, y que Yo soy el padre que aporta la simiente".
Esta concepción védica sobre la creación fue alabada por el doctor Carl Sagan en una serie de televisión llamada "Cosmos" filmada en India y exhibida en el mundo entero. El Dr. Sagan observó: "De todos los pensamientos religiosos, las antiguas enseñanzas védicas sobre el origen del Universo son las más aceptables en términos de la ciencia contemporánea, pues ellas sugieren que la creación y la disolución del Universo ocurren a intervalos regulares que duran billones de años".
